Los ejercicios que vamos a proponer en el siguiente vídeo se pueden utilizar tanto para rehabilitar una lesión de hombro, como para fortalecerlos y prevenir la misma.
La única diferencia es que en un hombro sano, se puede forzar e imprimir más intensidad a la hora de realizar los ejercicios.
A medida que el hombro se vaya recuperando de la lesión, podremos incluir trabajos más intensos y con más frecuencia, e incluso empezar a escalar en un entorno controlado de manera muy suave.
En mi caso, he realizado ésta rutina durante más de una hora al día, casi todos los días de la semana, complementándolos con tratamiento de corrientes exponenciales mediante electroestimulación aplicada por un fisioterapeuta, notando una gran mejoría en el plazo de un mes desde la luxación.
Los primeros días de inmovilización son inevitables, pero personalmente, recomiendo no alargar este período más de lo necesario, y prácticamente desde el primer o segundo día, quitar el cabestrillo un par de veces al día para estirar el codo con mucho cuidado. La finalidad de no alargar la inmovilización es evitar que se creen adherencias, ya que si esto sucede, después habrá que romperlas y es un proceso doloroso y que retrasa bastante la rehabilitación funcional. Obviamente siempre seguiremos los consejos e indicaciones de nuestro médico y fisioterapeuta.
Es muy importante la aplicación de hielo local para reducir lo antes posible la inflamación, esta medida acelerará la recuperación de la movilidad funcional del hombro.